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Durante el baño, mientras estamos sumergidos en el agua, da la sensación de que pesamos menos. Pero lo que de verdad ocurre es que nuestro cuerpo lucha contra el empuje del agua y es por eso que flotamos. Cuanto más densidad tenga el agua mayor empuje hará, por tanto, más flotaremos.
Algo parecido le ocurre al huevo del siguiente experimento para niños. Como veréis, la sal aumenta la densidad del agua haciendo que el empuje sea mayor, por eso, el huevo del vaso con agua salada flota más que el primero.
- 2 huevos
- 2 vasos de cristal
- Sal
Consejo: La cantidad de agua que debes echar tiene que ser suficiente para cubrir completamente el huevo.
1. Coge dos vasos de cristal y llénalos de agua. Después introduce un huevo en uno de los vasos.
2. Echa sal en el vaso que no tiene huevo.
3. Remueve la sal con una cucharilla para que se mezcle bien con el agua.
4. Introduce el segundo huevo en el vaso de agua con sal. Comprobarás que flota cerca de la superficie mientras que el huevo sumergido en agua sin sal permanece en el fondo del vaso.